Contexto general del marco internacional y de acuerdos internacionales para el Cambio Climático

En 1989 el Panel Intergubernamental de Expertos sobre cambio climático, órgano científico que examina y evalúa la bibliografía científica, técnica y socioeconómica disponible sobre cambio climático que se produce a nivel mundial, publicó su primer informe de evaluación sobre cambio climático, y aunque los análisis no fueron concluyentes con respecto a evidenciar el aumento de la temperatura global por causas de origen antrópico, es decir, como consecuencia de las actividades de los seres humanos, este informe fue el punto de partida para negociar un tratado internacional sobre cambio climático en donde los gobiernos establecieran medidas para mitigar el cambio climático, con el fin de obtener un beneficio futuro global.

E 1992, durante la Cumbre de la Tierra, que se estableció la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), un tratado universal y jurídicamente vinculante en donde los 197 estados que hacen parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reconocen que si bien el cambio climático es un fenómeno natural, está siendo modificado por factores antrópicos relacionados entre otros, con el uso de combustibles fósiles, el cambio en el uso del suelo y la generación de residuos.

El objetivo final de la Convención es estabilizar las concentraciones de GEI «a un nivel que impida interferencias antropógenas (inducidas por el hombre) peligrosas en el sistema climático». Establece que «ese nivel debería alcanzarse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible». Página de la unfcc

La CMNUCC ha trabajado para establecer una serie incentivos financieros que motiven y promuevan la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero. Uno de ellos es la posibilidad de intercambiar certificados de carbono (explicado como resultados de mitigación, es decir, reducción de emisiones o remoción de GEI de la atmósfera) y cupos de emisiones que son los que se transan en los mercados regulados o de cumplimiento. De esta manera, hay dos tipos de “unidades de carbono”: una en mercados voluntarios (certificados de carbono) y otra en mercados de cumplimiento (cupos).

Con el fin de avanzar en el cumplimiento de este objetivo, se identificó la necesidad de negociar un Protocolo en el que se pudieran establecer metas concretas para los países signatarios (firmantes) con periodos de cumplimiento, teniendo en cuenta la diferenciación de las obligaciones entre los países desarrollados y en desarrollo. Teniendo en cuenta lo anterior, en 1997 se establece el Protocolo de Kioto, que entró en vigor ocho años después de haber sido adoptado, con la ratificación de 35 partes que representaban un 55% de las emisiones de GEI a nivel mundial.